Nuestro despacho está constituido por dos socios, apasionados del derecho y de la práctica de la abogacía, que un día decidieron montar un bufete diferente, más personal y con más conciencia de los verdaderos problemas que en materia jurídica se plantean tanto a personas físicas como jurídicas.
Nuestra dilatada experiencia a nivel profesional, tanto en empresa privada cuanto como profesionales independientes, nos hace conocer, de primera mano, las necesidades que se presentan en su vida cotidiana y profesional.
Otra de nuestras facetas con la que queremos diferenciar nuestro despacho es la gran apuesta que en todo momento hacemos por la formación y la especialización, siendo difícil encontrar profesionales de tan alta cualificación académica.
En DMD hacemos nuestra la frase de Cicerón (escritor, abogado y político Romano): “¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?”. Esta es la meta de nuestros socios, hacer que usted sienta plena confianza en nuestro bufete.